Prospectiva Económica – octubre 2020
Contexto internacional
En 2019, el crecimiento económico mundial fue de 2,9%, lo que representa una reducción de 0,7 puntos porcentuales (pps) con respecto al 3,6% registrado en 2018, siendo este el crecimiento más bajo desde la crisis financiera mundial. Esta disminución estuvo marcada por la desaceleración de la actividad manufacturera, la debilidad del comercio y la inversión mundial por cuenta de la incertidumbre en las políticas comerciales, provocadas en mayor medida por la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Dada la coyuntura actual, la economía global se enfrenta a condiciones adversas que son resultado de las medidas de contención implementadas para detener la propagación del COVID-19 y lograr aplanar la curva de contagio, lo que ha generado una reducción en las proyecciones de crecimiento a nivel mundial.
Los pronósticos de Fedesarrollo sobre el crecimiento de la economía colombiana en el mediano plazo se soportan en supuestos acerca de la dinámica de indicadores relevantes para el contexto del país. Entre estos se encuentran los niveles de producción y precios de los productos básicos (commodities), la tasa de cambio y el crecimiento externo relevante para el país. En particular, para 2020 esperamos un precio del petróleo de referencia Brent entre los 38 y los 42 dólares por barril, acompañado de una producción de entre 825 y 839 miles de barriles diarios. Respecto a la tasa de cambio, nuestro pronostico se ubica entre los $3.629 y los $3.756 pesos por dólar en 2020. Finalmente, esperamos que los socios comerciales de Colombia presenten en 2020 un crecimiento de entre -5,8% y -7,5%.
Actividad productiva: En camino hacia la recuperación económica post COVID-19
En el segundo trimestre de 2020, la economía colombiana registró una contracción de 15,7%, lo que representa un resultado 18,8 puntos porcentuales (pps) menor relativo al crecimiento observado en el mismo periodo de 2019 y una reducción de 17,1 pps frente al trimestre anterior, convirtiéndose así en la caída más grande del Producto Interno Bruto (PIB) en la historia reciente. Este dato se ubicó por debajo de las expectativas del mercado (-15,0% fue la respuesta mediana) reportadas en la Encuesta de Opinión Financiera (EOF) de agosto. Así, este resultado sumado a la revisión del crecimiento del primer trimestre de 2020 de 1,1% a 1,4% reitera el proceso de contracción de la economía colombiana.
La disminución de la actividad económica obedeció a una reducción del valor agregado de 20,2% en abril, 16,2% en mayo y 11,0% en junio según lo reportado en el Indicador de Seguimiento a la Economía (ISE). Los sectores que restaron en mayor medida a la variación anual del PIB fueron las actividades de comercio, reparación, transporte, alojamiento y servicios de comida, la industria manufacturera, y la construcción. En línea con lo anterior, el rubro de gasto más afectado fue la demanda interna.
A partir de los resultados más recientes de la dinámica económica, el análisis de riesgos al crecimiento económico, y los resultados de los modelos de análisis, precisamos nuestros pronósticos de crecimiento frente a la edición anterior, en donde ahora anticipamos una caída en el PIB jalonada en mayor medida por una reducción del valor agregado en el sector de comercio, reparación, transporte, alojamiento y servicios de comida, la industria y la construcción. Sin embargo, el resultado final dependerá de la dinámica que tengan los supuestos macroeconómicos, la evolución de la pandemia en el país y la velocidad de reactivación de las actividades económicas tanto por el lado de la oferta como del lado de la demanda. En concreto, para 2020 esperamos una variación anual del PIB de -6,5%, que se ubica dentro del rango estimado en nuestra edición anterior, que estimaba una contracción entre 5,0% y 7,9%.
Sector externo: Ajuste de la cuenta corriente
A partir de los datos registrados en la Balanza de Pagos del primer semestre del año, actualizamos nuestro pronóstico de la cuenta corriente para 2020. Esperamos un ajuste entre 0,5 y 1,3 puntos porcentuales (pps) respecto al dato de 2019 como porcentaje del PIB, ubicándose en un rango entre -3,0% y -3,8%. Si bien es cierto que los niveles de incertidumbre se han reducido con el paso de los meses, los efectos del choque dual (precios del petróleo-pandemia del COVID-19) sobre las cuentas externas del país aún no son completamente evidentes.
Política fiscal: Gobierno nacional amplía la Línea de Crédito Flexible
El pasado 25 de septiembre, el Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó la ampliación de la Línea de Crédito Flexible (LCF) hasta por 600% de la cuota del país en este organismo (USD 17.200 millones). Lo anterior, acatando la solicitud del Gobierno nacional de ampliar este instrumento precautorio en un contexto de ralentización de la recuperación económica y mayores inflexibilidades a las esperadas en el gasto destinado a la emergencia económica. En línea con lo anterior, el Gobierno nacional también expresó su intención de desembolsar cerca de USD 5.300 millones de este instrumento para complementar las necesidades de financiamiento establecidas en el Plan Financiero para 2020.
Aunque la ampliación de este instrumento es reflejo del solido marco de política y de historial económico que tiene el país, Colombia ha sido el único país con acceso a esta línea de crédito que ha pedido ampliaciones y expresado intenciones de realizar posibles desembolsos para cubrir sus necesidades fiscales. Desde Fedesarrollo consideramos que existe un faltante en los desembolsos externos contemplados en el Plan Financiero de 2020 para financiar el déficit fiscal y otras obligaciones a cargo de la Nación. Dado lo anterior, creemos que el desembolso proveniente de la LCF del FMI (de ser realizado) podría ser utilizado para cubrir dichas necesidades de financiamiento, aunque no descartamos que el Gobierno nacional logre hacer nuevas emisiones en el mercado internacional en lo que resta del año.
Inflación y sector monetario: por fuera del rango meta
En lo corrido de 2020, la inflación pasó de ubicarse dentro del rango meta establecido por el Banco de la República (entre 2% y 4%) con una inflación anual de 3,62% en el mes de enero de 2020, a una inflación anual de 1,88% en el mes de agosto y, posteriormente, registrar una ligera recuperación en el mes de septiembre con una inflación anual de 1,97%. La reducción en la variación anual de la inflación es producto no solo de la baja demanda local causada por la desaceleración económica y las medidas de confinamiento, sino también de una serie de medidas transitorias adoptadas por el Gobierno nacional con el fin de mantener el poder adquisitivo de los hogares en el marco de la crisis. En el tercer trimestre, la tendencia a la baja de regulados y transables se revirtió, mientras que alimentos y no transables continuaron con el comportamiento decreciente. Dado lo anterior, en esta edición de Prospectiva ajustamos nuestro pronóstico de inflación, ubicándola en un rango entre 1,8% y 2,0% para 2020.
En septiembre de 2020 el Banco de la República redujo la tasa de interés de política monetaria a 1,75%, completando así una reducción de 250 puntos básicos desde febrero de 2020, ubicándola en el mínimo histórico desde la adopción de la tasa de política monetaria como instrumento dentro del régimen de inflación objetivo. Lo anterior, en vista de la coyuntura que enfrenta el país por cuenta de los choques de oferta y demanda provenientes de la incertidumbre generada con la expansión del COVID-19. En este sentido, consideramos que el Banco de la República aún tiene espacio para reducir la tasa de intervención, pues la inflación se mantiene dentro del rango meta con sesgo a la baja y la mayoría de los analistas mantiene sus expectativas dentro de este rango, por lo que esperamos que la tasa de intervención se ubique en un rango entre 1,5% y 1,75% para el cierre de 2020.
Economía regional: inicia una lenta recuperación en las regiones
La economía colombiana empieza a mostrar signos de recuperación después de sufrir caídas drásticas en varios sectores económicos, las políticas de reactivación serán esenciales para impulsar una senda de recuperación de la economía en las regiones. En términos generales, todas las regiones presentaron una contracción en su actividad productiva, oscilando entre -5,7% y -8,5% y con repercusiones sustanciales en sus niveles de empleo.
La confianza de consumidores, comerciantes e industriales muestra leves recuperaciones, volviendo a terreno positivo para la mayoría de las regiones. Las ventas reales minoristas, así como las ventas de vehículos y de vivienda presentaron indicios de recuperación, no obstante, en algunas regiones las ventas vuelven a presentar variaciones negativas menores a las de los últimos meses. Respecto a la tasa de desempleo, a nivel nacional en el mes de agosto se ubicó en 17,1%, representando una leve disminución frente a los niveles alcanzados en mayo. Las tasas de desempleo de hombres y mujeres en las diferentes regiones presentan una brecha alrededor de los 6,7 pps.